viernes, 20 de mayo de 2011

La revolución pacífica

No me gusta hablar de política en el blog, pero esto no tiene nada que ver con la política. Esto va más allá, trata de valores como la libertad y la justicia. Se han demorado mucho tiempo, pues viven en una sociedad de comodidad e individualidad, pero finalmente los jóvenes (en su mayoría) han salido a la calle cargados con la impotencia que han ido acumulando a lo largo de mucho tiempo y han estallado de indignación en una revolución pacífica. El origen fue la manifestación convocada el pasado 15 de mayo, cuyo lema ya debeis conocer todos era el de "democracia real". Fueron las redes sociales las que engendraron este evento demostrando su gran poder de convocatoria. Pero esto sólo era el principio del cambio que se avecinaba, ya no había vuelta atrás, la lucha había comenzado y el ejército de sueños se estaba formando cada vez más rápido. La organización se consolida, el trabajo en grupo es digno de admirar, se forman comisiones: de alimentación, de inmigración, de comunicación, de organización interna... las instalaciones se van haciendo algo más resistentes con el fin de guarecerse de la lluvia y ante las perspectivas de largo plazo. La cristalera del cercanías ha desaparecido bajo las reivindicaciones de los ciudadanos, quienes escriben sus quejas y las agolpan sobre el pez, que por cierto, ya cuenta también con la compañía de un patito. Todas las tardes alrededor de las ocho la Puerta del Sol alcanza su culmen y es abarrotada por cientos de personas que unen sus voces con lemas como: "lo llaman democracia y no lo es" o "el pueblo unido jamás será vencido". Es entonces cuando se respira un ambiente especial, cargado de algo nuevo que remueve el interior de los presentes y les hace olvidar su individualidad. La lucha cobra más fuerza cada día, cada tarde, las personas se añaden contagiadas de ilusión, saben perfectamente que la unión hace la fuerza. Y es que el rumbo ya está tomado, ahora hay que recorrer el camino con decisión, tomando decisiones propias y construyendo el mundo que queremos y que nos merecemos.
   Ahora os animo a todos a que vayáis a Sol, veáis todo lo que se cuece y no os dejéis llevar por los prejuicios. Ved con vuestros propios ojos lo que está sucediendo y no os quedéis al margen, participad. Sin la ayuda de todos un cambio no es posible, esta es una oportunidad única para luchar porque nuestros derechos se cumplan verdaderamente y para que dejen de tomarnos el pelo y de gobernarnos en todos los sentidos. Este es el momento para la búsqueda de la auténtica libertad, lejos de la actual influencia que ejercen sobre nosotros los partidos políticos y que acotan nuestra vida, nos estrujan hasta dejarnos entre la espada y la pared y nos sumergen en el capitalismo de tal forma que olvidamos que existen otras formas de vida. Ahora es el momento, no nos rindamos, me incluyo yo también porque no pienso quedarme con los brazos cruzados. Últimamemente la indignación y la impotencia me quemaban por dentro, me asqueaba lo que veía a mi alrededor y me dolía que los jóvenes no fuesemos capaces de movernos para reivindicar nuestros derechos. Así que no os podéis ni imaginar lo que he sentido estos últimos días. Simplemente decir: ¡POR FIN!
   Ahora es el momento, porque otro mundo es posible, no nos rindamos, sigamos adelante.
   ¡Que viva la revolución pacífica!