sábado, 30 de marzo de 2013

Engáñame




Bésame con tu boca de néctar,
penétrame con tu honda mirada,
desvísteme con la fragancia que te viste.

Recuérdame que eres tú:
la misma que me enamoró
con un flechazo adolescente,
la que me recibió con su cálida risa
y polarizó mi sonrisa.

Hazme llorar
mientras inoculas en mi cuerpo
un placer dependiente
y derrites despacio
mi frialdad resistente.

Desnúdame de todas las capas
que integran mi escudo
y enséñame a quererte de nuevo.

Enséñame a quererte
 cuando dueles,
enséñame a quererte
cuando eres extraña.

Enséñame a entender
que has querido a otras,
que otras te rozaron
y te rociaron con sus salivas.

Enséñame a aceptar el rencor,
a superar el desamor.
Convénceme de que aún puedo quererte
pese a que ya me resigné a olvidarte.

Engáñame:
dime que las segundas oportunidades
en primavera florecen,
que siempre fueron mejores
las segundas partes.

Cautívame con tu mueca seductora,
enciéndeme con tu pasión embaucadora,
atrápame en tu telaraña
como una viuda negra.

Tan sólo bésame.
Y luego, engáñame.

lunes, 4 de marzo de 2013

Por siempre jamás

Vamos con un pequeño relato de los que me gustan especialmente, para empezar la semana con ganas e imaginación.


Corro por un laberinto zigzagueante en el que las paredes me repelen elásticamente. Está oscuro, apenas una luz tenue me permite ver por dónde avanzo. No recuerdo qué tipo de droga he tomado… quizá sólo sea el alcohol… una amnésica neblina se ha instalado en mi mente, sólo espero que sea transitoria. La luz se vuelve parpadeante; rojiza, amarillenta, blanca, no cesa de cambiar su tonalidad. Apoyadas en las paredes: dispuestas sistemáticamente y alternándose diagonalmente, se retuercen en forzadas posturas mujeres extravagantes que ocultan sus pezones tras círculos de cuero, que llevan su  pelo rapado por partes, que atraviesan sus carnes con arandelas de distintos tamaños y grosores y pintan sus cuerpos con todo tipo de imágenes. Mujeres salidas de algún cabaret clandestino, con cierto toque futurista. ¿Acaso no soy yo la intrusa en este confuso lugar?

Huyo asustada porque sé que eso no puede ser real, sé que he debido quedar atrapada en alguna burbuja espacio – temporal. Corro en busca de una puerta que me deje salir de ese lúbrico escenario, que inunda mi cuerpo de un estado febril, de una ensoñación delirante que me debilita por momentos. Corro sin querer mirar atrás, quiero escapar del país de por siempre jamás.