lunes, 26 de diciembre de 2016

Abrazar el caos

Hace tiempo que no escribo y más tiempo que no publico en el blog, a veces compartir la intimidad no es fácil. Y así termino el año, compartiendo unas líneas, ya me pedían a gritos que las escribiera.


Abrazar el caos una vez más,
consciente de los automatismos
que me dominan,
pero estando presente:
para mirar a los ojos
de mi espejo.

Ahora
la tempestad es más serena,
la adrenalina más sensata,
pero los versos no nacen
sin que bullan los sentidos
en una suerte de pirotecnia.

Alguien me dijo que
soy demasiado sentimental,
qué pecado el tener
los sentidos a flor de piel,
y la piel muy fina,
 conexión directa con el alma.

Y en la magia de la vida:
alguien me espera,
yo te busco,
tú la imaginas…

Todos detrás de lo admirado,
la pieza opuesta
para completar el puzle
del subconsciente,
repitiendo patrones,
creyéndonos tan libres…

Y me quedo con sus ojos fijos,
su abrazo sutil,
carácter conciliador
en palabras suaves,
mente abierta,
y seguridad calma.

[Pellizquito con vida propia
que anula mis reflejos].

Con la certeza de lo aprendido,
 la pureza que otorgan
las miradas directas y cristalinas
las verdades curvas, como sonrisas.