lunes, 15 de julio de 2013

Contrasentido

Me muevo en un microcosmos
de diminutas constelaciones,
donde las pinturas marcan los cuerpos
y los pendientes cosen las carnes,

que transpiran feromonas
de clónicas féminas.
Se mezclan animadversión
con dosis de seducción.

Cúrame esta incoherencia,
enférmame la sinrazón:

Concédeme un sitio
donde no esté fuera de sitio,
dime que pertenezco a un grupo
en el que quiero estar,
que puedo sentirme a gusto
sin necesidad de escapar.

Cómo salir de mi mente,
de este mundo interior,
cómo vivir el presente
sin anticipar el temor.

O bendice esta soledad
en la que soy singular
y puedo destapar
toda la creatividad.

No quiero participar
en este sucio boicot,
sólo quiero salvar
una trampa vital.

Habla, escucha,
convive, lucha,
participa, espera,
retrocede, ataca,

en un campo de batalla
equitativo, injusto,
desigual, legal.

La amenaza es constante,
la agresión es permanente,
aunque no quieres, se siente
una inseguridad latente.

Aceptar esta paradoja
como parte de tu esencia,
hacer las paces con la conciencia
y no vivir si no te arrojas

a la incertidumbre, al descontrol,
si no actúas con valentía,
aligerando la cobardía,
encarando con valor.