sábado, 23 de febrero de 2019

Distancia


A veces quisiera olvidarte sin más
y otras veces sólo espero que vuelvas a mí.
Nunca imaginé que la distancia sería tan dura,
pintada con tus dudas, tus indecisiones,
ausente de tus razones.

La ansiedad me viste con todos sus trajes
y la incertidumbre que tanto temo
vuelve a mi vida una y otra vez,
quizá consciente de que huyo.

Aún me cuesta mirar de frente
a algo tan incierto.
Aunque sé que la vida es eso…
no lo quiero, me resisto, no lo acepto.
Lo comprendo, lo veo,
y aun así me peleo.

Todos estos meses hablando contigo
le otorgaron un dibujo nuevo a mis días.

Todo se volvió más llevadero
al tener tus palabras, tus sonrisas,
al escuchar tu voz, tu acento hermoso.
Tu rostro, que no puedo dejar de mirar
desde la primera vez que lo vi.

No estoy preparada para un dibujo nuevo,
porque sería gris y melancólico.
Pero sé que debo hacerme a la idea
de todos los dibujos posibles.

No sé si tu corazón vibra como antes
o si vibró en algún momento conmigo.

Me gustó y me gusta abrirte los ojos,
qué tristeza si se queda sólo en eso…
Yo lo que quiero es abrirte los besos
y cerrarte los abrazos.

Creo que me precipité y te asusté
cuando tenías la cabeza llena de caos.
Fluyamos como al inicio,
seamos espontáneas,
conozcámonos más,
estemos ahí.

Siento agobiarte con mis proyecciones
y mis expectativas,
a veces quiero empezar
la casa por el tejado.

Quiéreme en tu vida,
a tu manera, claro.
Que mi querer y tu querer
se encuentren.

Siento que la despedida de aquel día
no se termina nunca,
pero más temo
que se acabe de por vida.

Me faltan tantas experiencias
por vivir contigo,
que no encuentro consuelo.

Te dejo espacio
y el universo me devora.

Me siento un poco más ligera
pero aún mi corazón te espera
en ese aeropuerto tan lejano,
en esta ciudad tan cercana.

La esperanza se mantiene viva
y la distancia no me aleja
ni un segundo de tu recuerdo,
de tu piel, de tus besos,
de tu carácter tan tuyo.

Las dificultades nunca me llevaron
a darme por vencida
y esta no será una excepción,
aunque derrame mi tristeza
con lágrimas saladas y
use la escritura como salvación.