jueves, 1 de noviembre de 2012


Últimamente la poesía brilla por su ausencia, así que me estoy atreviendo con los relatos cortos, que es un género que no se me da muy bien, pero me está empezando a gustar cada vez más. Este es de la noche de Halloween, de ahí la temática de "miedo" (por decir algo).

La noche en la carretera

Después de tantos años sin vernos, atisbaba el reencuentro con cierta ansiedad, con miedo, pero ante todo con una actitud positiva. Había sido mi primer amor y la perspectiva de vernos como amigas, o conocidas, o… ni siquiera podía establecer una definición de la relación rescatada tras el naufragio.
La tarde fue fluyendo como el agua, como las emociones que tanto tiempo guardamos al vacío. Las cervezas se evaporaban y las conversaciones que antaño quedaron estancadas, encontraron el impulso necesario para ver la luz.
Con la mente nublada y la visión dispersa me metí en el coche. Ella se sentó a mi lado, menos ebria y más preocupada.
- No deberías conducir así.
- No te preocupes, no pasará nada – respondí con seguridad -. En mi cabeza se dibujaba la venganza que tanto tiempo había anhelado, cuando mi corazón se rompió y la concepción de mi vida varió por completo. En este momento comprendía que ni el tiempo ni el espacio podrían eclipsar mis sentimientos, y que nuestra existencia estaba condenada a sucumbir a la vez.
Pisé el acelerador hasta el fondo, mientras ella se ponía nerviosa por momentos, hasta que me gritó aterrada que parara. Nos acercábamos a una curva cerrada, especialmente peligrosa, esa era la señal. Me aseguré de hundir completamente el pedal de aceleración. Sentí que se abalanzaba sobre el volante en un intento desesperado por sobrevivir, agarré con fuerza sus manos y la miré fijamente a los ojos: aquella noche en la carretera tuve la muerte que siempre había deseado.

2 comentarios:

  1. Pues anímate más a escribir este tipo de relatos, a mí me ha gustado mucho.
    Besos

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  2. Bueno, después de varias complicaciones e incansables reflexiones...Jeje creo que poco más puedo añadir a lo que ya te dije en su momento :P

    No tengas dudas de leer lo que escribes, si lo escribes tan bien ;)

    No hay nada "censurable", tendrían que haber censurado algunos de los otros relatos más bien...

    Ya te comenté que me gustoo en su momento y que...trata algo que está en ti, no lo considero "macabro" en un sentido como tal sino algo que en un deseo tiende a ser eterno.

    Lo único que puedo añadir es decirte una frase que no es mía (quizas la reconozcas): "Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener valor para buscarte y cometer todo delito que este amor exija.¡Quieta ahí, tus labios o la vida!". No sé explicarte muy bien el por qué, quizas por ese último momento en el coche..., pero cuando oí tu relato me recordaste esa frase de ese gran poeta de nuestro tiempo.

    Y al igual que te comenta Javier, creo deberías ir escribiendo más relatos pero no te olvides de la poesía.

    1bso

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